El dolor crónico musculoesquelético puede convertirse en un obstáculo significativo para la vida diaria. Limita la movilidad, afecta el estado de ánimo y reduce la calidad de vida en quienes lo padecen. A diferencia del dolor agudo, que aparece de forma repentina y suele tener una causa específica, el dolor crónico se prolonga por semanas o incluso meses. En Puebla, los ortopedistas están capacitados para ofrecer una amplia gama de tratamientos no quirúrgicos enfocados en aliviar el malestar, restaurar la función y mejorar el bienestar general del paciente.
Estos tratamientos están dirigidos a condiciones como artrosis, tendinopatías, lesiones por uso repetitivo, dolores de espalda, cervicalgias o lumbalgias persistentes, entre muchas otras. El objetivo es reducir la inflamación, controlar el dolor y evitar intervenciones quirúrgicas innecesarias mediante un enfoque integral.
Evaluación ortopédica: la base para un tratamiento adecuado
Antes de comenzar cualquier tratamiento, el ortopedista realiza una evaluación clínica completa. Esta valoración incluye una revisión del historial médico, examen físico, análisis de postura, pruebas de fuerza y movilidad, así como estudios de imagen como radiografías o resonancias magnéticas si es necesario.
El diagnóstico preciso permite al especialista diseñar un plan terapéutico personalizado, adaptado a la edad, condición física y estilo de vida del paciente. En Puebla, muchos ortopedistas trabajan en conjunto con fisioterapeutas, nutriólogos y médicos del dolor para ofrecer una atención integral.
Terapias físicas y ejercicios terapéuticos
Uno de los pilares fundamentales del tratamiento no quirúrgico del dolor crónico es la fisioterapia. Un ortopedista en Puebla puede prescribir un programa de ejercicios diseñado para fortalecer los músculos, mejorar la movilidad articular y corregir alteraciones posturales que contribuyen al dolor.
Las terapias físicas pueden incluir:
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular.
- Técnicas de reeducación postural.
- Entrenamiento de equilibrio y coordinación.
- Terapias manuales como movilizaciones articulares o masajes terapéuticos.
- Aplicación de calor, frío o electroterapia según el caso.
Este tipo de tratamiento permite mejorar la función sin recurrir a cirugía, especialmente en casos de lumbalgia, artrosis leve, hombro doloroso o síndrome de túnel carpiano.
Medicamentos para el control del dolor crónico
El uso de medicamentos forma parte del manejo conservador del dolor crónico. El ortopedista puede recetar analgésicos, antiinflamatorios no esteroides (AINEs), relajantes musculares o suplementos como condroitina y glucosamina, dependiendo del tipo y la intensidad del dolor.
En casos más avanzados, se pueden utilizar medicamentos neuromoduladores o derivados opioides en dosis controladas, siempre bajo vigilancia médica. Estos fármacos ayudan a controlar el dolor neuropático o el dolor persistente que no responde a tratamientos convencionales.
Además, algunos ortopedistas en Puebla incorporan tratamientos complementarios como la medicina integrativa, que incluye técnicas de relajación, acupuntura médica o fitoterapia.
Infiltraciones articulares o peritendinosas
Cuando el dolor crónico se localiza en articulaciones como la rodilla, el hombro o la cadera, una alternativa eficaz es la aplicación de infiltraciones. Este procedimiento consiste en la inyección de medicamentos directamente en la zona afectada para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Las infiltraciones que un ortopedista en Puebla puede ofrecer incluyen:
- Corticosteroides: potentes antiinflamatorios utilizados en casos de artritis o bursitis.
- Ácido hialurónico: ayuda a lubricar la articulación, ideal para etapas tempranas de artrosis.
- Plasma rico en plaquetas (PRP): tratamiento regenerativo que estimula la reparación de tejidos mediante factores de crecimiento propios del paciente.
Estos procedimientos se realizan bajo condiciones estériles y, en muchos casos, con guía ecográfica para garantizar una aplicación precisa y segura.
Uso de dispositivos ortopédicos
En algunos casos, el ortopedista puede recomendar el uso de dispositivos de apoyo para aliviar la carga en ciertas zonas del cuerpo y mejorar la mecánica corporal. Entre los dispositivos más utilizados se encuentran:
- Fajas lumbares para dolor de espalda.
- Órtesis o férulas para manos, muñecas o rodillas.
- Plantillas ortopédicas para corregir el apoyo plantar.
- Bastones o andaderas para mejorar la estabilidad en adultos mayores.
Estos auxiliares permiten al paciente continuar con sus actividades cotidianas sin agravar la lesión, mientras el tratamiento actúa sobre la causa del dolor.
Terapias regenerativas y biológicas
En la actualidad, los ortopedistas en Puebla también incorporan terapias avanzadas basadas en la medicina regenerativa, como el uso de células madre mesenquimales o concentrados de médula ósea. Estas técnicas buscan regenerar tejidos dañados y reducir el proceso inflamatorio crónico.
Aunque aún están en proceso de consolidación clínica en muchas regiones, algunos centros médicos en Puebla ya ofrecen estas terapias en casos seleccionados de lesiones articulares o tendinosas con dolor persistente.
Educación del paciente y hábitos saludables
Parte fundamental del tratamiento del dolor crónico es la educación del paciente. El ortopedista orienta sobre posturas adecuadas, ergonomía en el trabajo, hábitos de descanso y la importancia de mantener un peso saludable.
La adopción de un estilo de vida activo, con ejercicio moderado, alimentación balanceada y control del estrés, contribuye significativamente a reducir los episodios de dolor crónico y a prevenir su progresión.
Un ortopedista en Puebla no solo se encarga de tratar el síntoma, sino de abordar la causa del problema desde un enfoque global, buscando mejorar la calidad de vida del paciente sin necesidad de cirugía. El tratamiento conservador representa una opción efectiva y segura para recuperar la movilidad, controlar el dolor y mantener la funcionalidad a lo largo del tiempo.
El dolor crónico es una de las condiciones más debilitantes que pueden afectar la calidad de vida de una persona. Ya sea causado por lesiones previas, enfermedades degenerativas o trastornos musculoesqueléticos, el dolor crónico puede dificultar la realización de las actividades diarias y afectar el bienestar general. Afortunadamente, un traumatólogo especializado en dolor crónico puede ser de gran ayuda para tratar este tipo de afecciones y mejorar la calidad de vida del paciente. Sin embargo, elegir al mejor traumatólogo en Monterrey para tratar tu dolor crónico requiere considerar varios factores clave. En este artículo, te brindaremos una guía para ayudarte a tomar una decisión informada.