Cuando una persona recibe el diagnóstico de cáncer de mama, una de las primeras preguntas que surgen es qué alternativas terapéuticas están disponibles y cómo se elige el mejor camino a seguir. Hoy en día existen diversas opciones de tratamiento para cáncer de mama que se combinan y adaptan según el tipo de tumor, el estadio, la presencia o no de receptores hormonales, la edad, las enfermedades asociadas y las preferencias de la paciente.
Conocer de manera general los principales tratamientos para el cáncer de mama ayuda a participar activamente en las decisiones con el equipo médico, entender por qué se recomienda cierta estrategia y qué se puede esperar en cada etapa.
Factores que determinan las opciones de tratamiento para cáncer de mama
No existe un único esquema válido para todas las pacientes. Los especialistas diseñan un plan personalizado tomando en cuenta, entre otros aspectos:
- Estadio del cáncer de mama (si está localizado en la mama, si hay ganglios linfáticos afectados o metástasis a distancia).
- Tipo de tumor (por ejemplo, si expresa receptores de estrógeno y progesterona, si es HER2 positivo o si es un cáncer de mama triple negativo).
- Edad y estado general de salud de la paciente.
- Antecedentes personales y familiares, como mutaciones genéticas (BRCA1, BRCA2 u otras).
- Objetivos de la paciente, incluyendo deseo de conservar la mama, calidad de vida, fertilidad y prioridades personales.
Con base en estos elementos se combinan distintas opciones de tratamiento para cáncer de mama: cirugía, radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia.
Tratamiento quirúrgico del cáncer de mama
La cirugía es uno de los pilares históricos en el manejo del cáncer de mama. El objetivo principal es extirpar el tumor con márgenes adecuados de seguridad y, en muchos casos, evaluar o retirar los ganglios linfáticos axilares.
Entre las cirugías de cáncer de mama más frecuentes se encuentran:
- Cirugía conservadora de mama (tumorectomía o cuadrantectomía): se extirpa únicamente el tumor y una pequeña porción de tejido sano alrededor. Suele acompañarse de radioterapia posterior para disminuir el riesgo de recurrencia local.
- Mastectomía: implica la extirpación de toda la mama. Puede indicarse cuando el tumor es grande en relación con el tamaño de la mama, cuando hay múltiples focos tumorales o si existen contraindicaciones para la radioterapia.
- Cirugía de ganglios linfáticos: incluye la biopsia de ganglio centinela o la disección axilar, según la extensión de la enfermedad.
En muchos casos, las pacientes pueden optar por cirugía reconstructiva en el mismo procedimiento o en una segunda etapa, lo que contribuye al bienestar emocional y a la imagen corporal.
Radioterapia como opción de tratamiento para cáncer de mama
La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir células cancerosas que puedan haber quedado en la mama o en la región cercana después de la cirugía. Es una pieza clave, sobre todo cuando se elige una cirugía conservadora.
Algunas situaciones en las que se emplea radioterapia en el cáncer de mama son:
- Después de una cirugía conservadora, para reducir la probabilidad de recaída local.
- Tras una mastectomía, cuando el tumor era grande o había varios ganglios linfáticos comprometidos.
- En casos avanzados, para aliviar síntomas como dolor óseo o compresión de estructuras.
Los avances tecnológicos han permitido radioterapias más precisas, que concentran la dosis en la zona afectada y protegen mejor los tejidos sanos.
Quimioterapia en el cáncer de mama
La quimioterapia es otro de los tratamientos más conocidos para el cáncer de mama. Consiste en medicamentos que circulan por el torrente sanguíneo y atacan células de crecimiento rápido, entre ellas las malignas.
La quimioterapia puede indicarse en distintos momentos:
- Quimioterapia neoadyuvante: se administra antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor, facilitar una cirugía conservadora o evaluar la respuesta del tumor a los medicamentos.
- Quimioterapia adyuvante: se aplica después de la cirugía para eliminar células residuales y disminuir el riesgo de recurrencia.
- Quimioterapia en enfermedad metastásica: se usa para controlar la enfermedad cuando el cáncer se ha extendido a otros órganos.
Los esquemas de quimioterapia se seleccionan según las características del tumor y se administran en ciclos. Aunque pueden producir efectos secundarios como náuseas, caída de cabello o fatiga, existen cada vez más medidas de apoyo para manejarlos y mejorar la tolerancia al tratamiento.
Terapia hormonal como opción de tratamiento en cáncer de mama con receptores positivos
En muchos casos, el cáncer de mama crece estimulado por hormonas femeninas como el estrógeno o la progesterona. Cuando el tumor expresa receptores hormonales, se considera terapia hormonal (también llamada hormonoterapia) como parte del tratamiento.
Entre las opciones de tratamiento para cáncer de mama con receptores hormonales positivos se incluyen:
- Moduladores selectivos del receptor de estrógeno (como el tamoxifeno), empleados con frecuencia en mujeres premenopáusicas.
- Inhibidores de aromatasa, recomendados sobre todo en mujeres posmenopáusicas.
- Supresión ovárica, que reduce la producción de estrógenos en mujeres jóvenes.
La hormonoterapia suele administrarse durante varios años, después de la cirugía y la quimioterapia (cuando corresponde), con el fin de disminuir el riesgo de recurrencia a largo plazo.
Terapias dirigidas para cáncer de mama HER2 positivo
Algunos tumores de mama sobreexpresan una proteína llamada HER2. Estos casos suelen ser más agresivos, pero al mismo tiempo responden a medicamentos específicos que actúan directamente sobre esa diana molecular.
Las terapias dirigidas contra HER2, como trastuzumab y otros fármacos similares, se han convertido en una parte esencial del tratamiento para cáncer de mama HER2 positivo. Pueden administrarse:
- En combinación con quimioterapia, tanto en el escenario temprano como en enfermedad avanzada.
- Después de la quimioterapia, durante un periodo prolongado como tratamiento adyuvante.
El objetivo es bloquear la señal de crecimiento que esta proteína envía a las células tumorales y mejorar la supervivencia.
Inmunoterapia y nuevas opciones para cáncer de mama
En los últimos años, la inmunoterapia ha ampliado el abanico de opciones para algunos subtipos de cáncer de mama, en particular el cáncer de mama triple negativo avanzado o metastásico. Estos medicamentos estimulan el sistema inmunológico para que reconozca y ataque de manera más eficaz a las células malignas.
La elegibilidad para inmunoterapia depende de características específicas del tumor, como la expresión de ciertos marcadores en la superficie de las células o en el microambiente tumoral. El oncólogo evalúa estos aspectos a través de estudios de patología y genética tumoral.
Además de la inmunoterapia, la investigación continúa avanzando con:
- Nuevos fármacos dirigidos a mutaciones particulares.
- Terapias combinadas que buscan potenciar los efectos del tratamiento y reducir la toxicidad.
- Ensayos clínicos que ofrecen acceso a estrategias innovadoras bajo una supervisión muy estrecha.
Cómo se decide la mejor opción de tratamiento para cáncer de mama
La elección del tratamiento para cáncer de mama no se limita a un solo especialista. Lo ideal es que exista un equipo multidisciplinario integrado por oncólogos médicos, cirujanos oncólogos, radiooncólogos, patólogos, radiológos, enfermería oncológica y, cuando se requiere, especialistas en rehabilitación, psicooncología y nutrición.
En la práctica, este equipo:
- Revisa los resultados de los estudios de imagen y de patología.
- Determina el estadio y las características biológicas del tumor.
- Propone un plan que puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia, terapias dirigidas o inmunoterapia, en diferentes combinaciones y secuencias.
- Ajusta el tratamiento según la respuesta y la tolerancia de la paciente.
Para la persona que vive con cáncer de mama, resulta muy útil hacer preguntas, expresar sus prioridades, consultar los posibles beneficios y riesgos de cada opción y solicitar información por escrito si es necesario. Mantener una comunicación abierta con el equipo de salud permite comprender mejor por qué se recomiendan ciertas alternativas y qué impacto pueden tener en la vida diaria.
Entender las opciones de tratamiento para cáncer de mama existentes y saber que se adaptan a cada caso concreto aporta claridad en un momento de mucha incertidumbre. Esta información, acompañada del apoyo médico y emocional adecuado, ayuda a tomar decisiones más conscientes y a afrontar el proceso terapéutico con mayor seguridad.
La cirugía ortopédica es una opción importante para aquellos pacientes que sufren de problemas graves en el sistema musculoesquelético. Ya sea por lesiones traumáticas, enfermedades degenerativas o malformaciones congénitas, la cirugía ortopédica tiene como objetivo restaurar la funcionalidad de las articulaciones, huesos, ligamentos y músculos. En Puebla, los ortopedistas son profesionales especializados en este tipo de procedimientos, y la decisión de someterse a cirugía depende de varios factores, incluyendo la gravedad del problema, la respuesta al tratamiento conservador y la calidad de vida del paciente.